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EL AMOR NO ES COSA DE 3 (IchiRukiRenji) Cap. 8

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umpalumpa0172's avatar
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CAPÍTULO 8: TERROR

Pasan de las doce de la noche. A la una tienen planeado hacer el cambio de turno. Dos oficiales de policía que están vigilando la habitación de la testigo. La última revisión del psicólogo ha dictaminado que seguramente en un par de días estará lista para declarar.

-Voy a por un café, ¿quieres otro?
-Si, por favor. Estoy reventado.
-Vale. Ahora vuelvo, ¿estarás bien sin mí?-bromeó mientras se va.
-Si no ha pasado nada hasta ahora, no creo que pase nada en los próximos cinco minutos.-opinó su compañero.

Se dejó caer en una silla con un suspiro. Le dolía la espalda, se le bajaban los párpados, los pies le gritaban exigiéndole un baño en agua fría. Por el auricular le pedían revisión de la situación, como cada 20 minutos.

-Todo tranquilo, control.-informó con pesadez.-Como siempre…

Poco a poco los ojos del policía se iban cerrando, vencidos por la dura jornada de trabajo. De repente, las luces empezaron a parpadear y finalmente se apagaron. Se levantó de la silla y cogió la linterna que lleva atada al cinturón. Localizó la puerta de la habitación, seguía cerrada. Se puso delante de ella e intentó contactar con su compañero.

-¿Estás ahí? Responde.
-Se ha ido la luz.-le dijo la voz distorsionada.
-No me digas.-respondió sarcástico.-Hay que intentar localizar alguna enfermera o algo.
-Estoy de acuerdo.-hizo una pausa.-Espera, creo que he visto a alguien. Ahora te informo.
-Vale, pero como intentes volver a meterme miedo te pegaré una patada en el culo ¿entendido?-pero su compañero no contestó.

Los ojos del agente se fueron acostumbrando a la oscuridad. Con la luz de la linterna iba alumbrando a su alrededor despacio, tal y como le habían enseñado en la instrucción.

Pasaron los minutos y ni su compañero ni nadie dieron señales de vida. Impaciente, volvió a llamar a su compañero.

-Venga, responde.-no dio señal.-Joder, tío, no tiene ni puta gracia.-ninguna respuesta.- ¡Responde de una puñetera vez!-Al ver que su compañero no respondía se empezó a poner nervioso.

Volvió a intentar contactar con él varias veces más, pero con el mismo resultado. Pensó en ir a buscarlo, pero no podía dejar su puesto, al menos un agente tenía que estar vigilando la puerta. Entonces, empezó a oír unos pasos que se acercaban por su derecha. Pudo contar al menos 3 personas.

Sacó la pistola de la cartuchera y apuntó al pasillo. Una risa que le puso los pelos de punta empezó a sonar a su izquierda. Se volvió rápido y apuntó al otro pasillo, pero a su derecha seguían acercándose los pasos. Se volvió otra vez muy nervioso. No sabía hacia donde apuntar. Las luces se volvieron a activar lanzando un fogonazo intermitente que cegó y desorientó por un momento al policía.

Cuando volvió a abrir los ojos, las luces seguían parpadeando y le hacían daño a la vista, pero ya no estaba solo en el pasillo. Con cada parpadeo veía como tres personas se acercaban por el pasillo de la derecha. Todas iban vestidas de negro y se cubrían la cabeza con una capucha. No le miraban, sino que tenían la mirada clavada en el suelo. Al principio pensó que eran imaginaciones suyas, pero pronto descubrió que eran tan reales como él mismo.

-¡Deteneos!-les avisó intentando que no le temblase la voz.- ¡No podéis estar aquí!

Como respuesta recibió unas risas que le helaron la sangre. Le empezaron a temblar las rodillas, pero intentó mantenerse firme. Volvió a advertirlos y recibió la misma respuesta. Entonces, a su espalda apareció otro individuo, igual vestido. Lo apuntó con una pistola eléctrica y disparó.

El policía se retorció y empezó a temblar antes de caer al suelo, abatido. Lo último que vio entre espasmos, fue cómo uno de ellos se acercaba a él. Le quitó la pistola de una patada sin ningún miramiento y se agachó para mirarle a la cara. Su cara estaba pintada como si fuese una calavera. Se rió en su cara y se volvió a hablar con sus compañeros.

-¿Puedo?-les pidió pasándole la lengua por el borde de los labios pintados.
-No, tiene que ser un trabajo limpio.-le dijo otro muy serio, pasando sobre el policía que acababa de perder el conocimiento.- El jefe no quiere más fallos.
-Qué pena…parece que tiene los huesos fuertes…
-¡Que no!
-Vamos, este parpadeo  de luces me está volviendo loco.-apremió otro abriendo la puerta de la habitación.

Cuando entraron, la habitación estaba en penumbra. Por la ventana se colaban pequeños destellos de luz provenientes de la luna y de algunas farolas. En la habitación había dos personas. Su objetivo, que estaba sentado en la cama con el rostro desencajado por el miedo, y un joven que estaba en guardia al lado de un pequeño sofá con unas mantas.

-¿Quiénes son?-les dijo el chico sacando los puños.- ¿Qué quieren?
-¿Y a este puedo?-volvió a pedir uno de ellos, relamiéndose de miedo.
-¡Joder, que ya te he dicho que no!-sacó otra pistola eléctrica y disparó al muchacho, quien calló sobre el sofá y se deslizó hasta el suelo, tembloroso.

La mujer gritó y salió de la cama para alejarse todo lo posible de sus atacantes. Algunas vías se le soltaron de manera poco apropiada por los tirones que daba. Al poco de poner los pies en el suelo las piernas le temblaron y cayó al suelo. Los hombres rieron y se burlaron de ella mientras se acercaban.   

-Hola, bonita.-le sonrió uno de ellos cogiéndole por el cabello, disfrutando con la cara de terror y dolor de su víctima.- ¿Nos echabas de menos?


El molesto pitido del despertador inundaba la habitación, igual que todas las mañanas. Ichigo se obligó a levantarse y apagarlo. El reloj marcaba las 6:30. Calculó que había dormido unas 4 horas, más o menos. Fue directo al cuarto de baño, antes de que sus hermanas lo invadieran. La luz fue como un centelleo molesto en sus ojos. A tientas, encendió el grifo y  metió la cabeza debajo. El agua fría recorría libre toda su cabeza y caía por su cara y sus hombros. Poco a poco, notó cómo su adormecimiento se iba pasando y que iba volviendo a la realidad.

Al rato, cerró el grifo y levantó la cabeza para inspeccionarse en el espejo. El pelo naranja estaba pegado a su cabeza y notaba como las gotas frías se colaban por su espalda y la mojaban provocándole escalofríos. Bajo los ojos marrones habían aparecido unas pequeñas ojeras que los enmarcaban. Alargó la mano para coger la toalla y secarse la cabeza con ella. Cuando se vuelve a mirar, su pelo está desordenado, como siempre.

Al otro lado de la puerta, alguien empezó a golpearla. Cuando la abrió, Karin lo esperaba impaciente.

-¡Ya era hora!
-¿No es demasiado pronto para estar de tan mal humor?-le responde él con pesadez pasando por su lado sin inmutarse.
-¿No es demasiado tarde para ser tan infantil?-se la devuelve antes de cerrar tras ella.

Cuando Ichigo baja a desayunar, el cuarto de Rukia está abierto. No puede evitar echar un vistazo para cotillear, o simplemente, para verla, pero ella ya ha bajado a desayunar. Algo decepcionado, baja hasta la cocina y se encuentra con el mismo panorama de todas las mañanas: su hermana Yuzu acabando de colocar el desayuno, Karin intentando no quedarse dormida sobre el suyo, Rukia desayunando tranquilamente y hablando de vez en cuando y su padre escondido detrás del periódico.

Se dirige instintivamente hasta su sitio y se inclina para sentarse, pero una vez más, Isshin hace de las suyas. Aparta la silla de una patada y provoca que un cansado y distraído Ichigo lo page caro. Ichigo cae por su propio peso sobre el suelo de madera duro.

-Torpe.-murmura entre risas mientras cierra el periódico.
-¿TORPE? ¡Pues si me has tirado tú, viejo!
-¿Yo?-dice incrédulo Isshin.-Si yo no he hecho nada. Es más, te estaba haciendo un favor.
-¿UN FAVOR?
-Te estaba ayudando a retirar la silla para sentarte, igual que un auténtico caballero.

Llegados a ese punto Ichigo decidió que ya no se podía hacer nada con su padre y lo dio por perdido. Se levantó del suelo y se sentó en la silla sintiendo un dolor agudo en la rabadilla. Miró de reojo a Rukia que, junto con Yuzu y Karin, estaban soltando risitas y no pudo dejar que una sonrisa asomase por las comisuras de sus labios. Cuando Rukia reparó en la mirada de Ichigo un ligero rubor asomó por  sus mejillas y desvió la mirada a su taza de café.

Ichigo también desvió la mirada hacia el periódico que su padre había doblado y un titular llamó su atención. "ATAQUE EN EL HOSPITAL GENERAL DE KARAKURA." Lanzó una mano hacia el periódico y lo desenvolvió.

[Esta madrugada ha sucedido un asesinato en el prestigioso hospital general de Karakura, propiedad del Doctor Ishida. La víctima es la única testigo de los ataques sucedidos en las últimas semanas. La mujer había empezado a recobrar el habla y el psiquiatra iba a dar luz verde para interrogarla. A pesar de la constante vigilancia y protección que la policía había proporcionado al hospital, los asesinos consiguieron entrar en la habitación de la víctima y, tras aturdir al hijo de la mujer que estaba pasando la noche con ella, la mataron con un disparo en la cabeza, según fuentes fidedignas. El hijo de la víctima y los agentes que en el momento del asesinato estaban montando guardia, serán interrogados a lo largo de la mañana, cuando se les haya dado el alta médica. Hay indicios para pensar que los asesinos son los mismos que agredieron a la mujer hace unos días y que mataron al marido de la misma.]

Ichigo se quedó paralizado durante unos instantes. Intentaba asimilar todo lo que acababa de leer. Lo que había pasado mientras él estaba en la cama, despierto o dormido. Un extraño sudor frío recorrió su espalda. Rukia lo miraba desde su sitio extrañada, confusa por la reacción de Ichigo. De repente, el sonido del timbre sacó a los dos de su embelesamiento y los informó de que tenían que volver a la realidad e ir a sus clases.
Se levantaron, se despidieron y salieron con las mochilas cargadas al hombro. En la puerta solo los esperaba Chad, con su habitual aire de seriedad infinita y su increíble físico intimidando al miedo.

-¿Qué hay, Chad?-lo saluda Ichigo con un movimiento de cabeza.- ¿Dónde está Ishida?
-Me ha mandado un mensaje,-responde cuando llegan a su altura y comienzan a andar hacia el instituto.-me ha dicho que tenía que quedarse a ayudar a su padre por el asesinato en el hospital. A lo mejor aparecía a mitad de mañana.
-Ya, me lo imaginaba.-murmura pensativo. A su lado, Rukia ponía cara de susto y desconcierto.
-¿Asesinato? ¿A pasado algo?-preguntó alarmada.
-¿No lo has leído en el periódico, Kuchiki?
-Pues, hace mucho que no leo el periódico.-explica.-Es una manía, por el trabajo de mi hermano. ¿Qué ha pasado?
-En estas últimas semanas han sucedido una serie de ataques a ciudadanos de Karakura,-le explica Ichigo, pensando en la oportunidad de averiguar si Rukia sabía algo de los Hollows.- ataques realmente violentos y casi todos habían acabado con la muerte de la víctima. En el último ataque, había sobrevivido una mujer y estaba hospitalizada en el hospital del padre de Ishida. Parecía que pronto iba a poder declarar contra sus atacantes pero, según el periódico, esta madrugada ha aparecido asesinada. Se cree que pueden ser los mismos.
-Eso es horrible…-murmuró Rukia pensativa.- ¿No hay ninguna pista más?-Bueno, se cree que es una banda. Ishida y yo pensamos que podrían ser los Hollows.

La reacción de Rukia pilló por sorpresa a Ichigo. Se paró en seco, como si alguien la hubiese clavado al suelo. Tenía la mirada en el suelo y en sus grises ojos se reflejaba un auténtico terror. Las manos las tenía apretadas en dos puños con tanta fuerza que los nudillos se habían vuelto blancos. El color de la cara también le había cambiado por completo. El chico tuvo la impresión de que Rukia estaba temblando de miedo.

-¿Rukia?-murmuró intentando devolver a la chica a su estado habitual.- ¿Rukia, estás bien?
¡Holaa! Perdón por la tardanza. He llevado un mes que no he parado, he ido todo el me de aquí pa acá y de acá pa aquí :nirvana: Por fin parece que he echado el ancla y que me quedo donde estoy :meow:
Prometo subir más a menudo y con más regularidad ;P de hecho, hasta que vuelva a la normalidad, ¿adivinais lo que procuraré hacer en mi tiempo libre? :typerhappy: :work:

Espero que os guste el capítulo :)

Capítulo VII: [link]
Capítulo IX: [link]

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Comments7
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Magael's avatar
no me pude resistir, y aun cuando estoy en el trabajo, Ya lo lei!!!!! :la: me encanto :love: no importa que te demores siempre y cuando continues :la: Animo Animo con todo lo que hagas :hug: